En el Distrito de Conservación de suelos Barbas
Bremen, el gobernador del Quindío, junto a los señores Mike Mounder, líder
mundial del proyecto, y John Regan, representante de la embajada británica,
presentaron
el proyecto “biome”.
¿En
qué consiste el proyecto “biome”.
Proyecto inspirado en un experimento inglés que
pretende la construcción de un gigantesco invernadero, que según sus mentores,
serviría como ecosistema para la preservación de las especies, y centro de investigación,
donde se crearían diferentes zonas de vida en un mismo lugar.
El señor Juan Carlos Borrero, director
científico del proyecto, expuso ante el gobernador del Quindío, Cámara de
Comercio y asesores del Sistema General de Regalías, las supuestas bondades ecológicas,
turísticas, académicas y sociales que podría ofrecer esta iniciativa para el
Quindío y para toda Colombia.
¿Se
justifica el proyecto?
Como siempre, fascinadores e hipnotizadores
foráneos, adelantan sus augurios: Si no es aquí, hay otros países candidatos
que esperan el proyecto; sin embargo, dicen que el Quindío es el territorio que
ostenta el escenario ideal para el desarrollo del proyecto que forjara colosales
ganancias para el departamento.
Una mirada a la propuesta nos presenta una
fotografía mental del mayor “parque de turismo temático en un invernadero”, el
más grande del Quindío y de Colombia, ubicado en un área de vital importancia:
la reserva Bremen, que hace parte del Distrito de Conservación de Suelos
Barbas-Bremen; complejo medioambiental de 9800 hectáreas, sitio biodiverso del
Quindío, Colombia y Sur América.
Conforme a la información del tema “biome”, se
trataría de un gigantesco invernadero esférico, disfrazado como iniciativa biodiversa
destinada a regenerar lugares estropeados por la actividad antrópica;
argumentación engañosa, pues su principal fin será atraer poderosas empresas de
turismo masivo y depredador.
La historia nos muestra que predio de Bremen
ha sido declarado como un área de importancia para la conservación de las aves
(AICA) (BirdLife International 2014) porque mantiene un número significativo de
especies globalmente amenazadas y de distribución restringida. Hace parte de un importante bloque de áreas protegidas del Eje Cafetero,
que incluye el Distrito de Manejo Integrado Cuenca del Río Quindío, Santuario
de Fauna y Flora Otún-Quimbaya, el Parque Regional Natural Ucumarí y el Parque
Nacional Natural Los Nevados.
Y tras de caído caerle, el distrito de
conservación sigue llevando del bulto. No fue suficiente el escabroso proyecto
de las líneas de trasmisión eléctrica de la subestación de Armenia (UPME 2011);
que a pesar de la oposición generalizada, su construcción, operación y
mantenimiento es una triste realidad que compromete su sostenibilidad ambiental.
La finalidad del susodicho “Biome”, en otras
latitudes del mundo, está dada como oportunidad de recuperar áreas impactadas
por los efectos de la minería o terrenos
altamente degradados ambientalmente. En nuestro caso, contrario a la anterior
afirmación, viene para acabar de darle la estocada final a nuestro mayor y
preciado tesoro biodiverso, fundamentándose en teorías que no son sustentables
en nuestro territorio.
Álvaro Hernando Camargo Bonilla
Vigía del Patrimonio
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